Han sido años difíciles para muchos. Algunas personas, incapaces de afrontar las expectativas que se vienen, se han sumido en la depresión o han pensado en el suicidio. Hay muchas formas positivas de manejar una depresión. Una de ellas es la terapia psicológica, otra es tomar antidepresivos como el prozac. Yo quisiera proponer una tercera alternativa, que es gratis, pero cuesta esfuerzo: “la gratitud”.
El doctor Glen Affleck, de la Universidad de Connecticut, estudió a pacientes con enfermedades crónicas, a padres de niños enfermos recién nacidos, a parejas que no podían tener hijos y a personas que sufrieron un ataque al corazón. El doctor Affleck encontró que la forma en que estas personas se explicaban a sí mismos sus sufrimientos y desgracias afectaba su recuperación emocional en el futuro. Algunos de ellos se preguntaban: ¿por qué me tocó vivir esto a mí? O buscaban culpables, demorando su recuperación. Aquellos que se recuperaban más rápido del trauma eran aquellos que trataban de encontrar algún aprendizaje de la situación difícil y mostraban gratitud por lo bueno que tenían en la vida, en lugar de dedicarse a quejarse de lo malo.
La gratitud es un sentimiento, una actitud y una forma de enfrentar la vida que nos permite ser más felices y evitar la depresión.
Numerosos estudios nos demuestran que mostrar gratitud en nuestras vidas nos permite:
– Ser más felices, más sanos y longevos.
– Tener mejores relaciones interpersonales y ayudar más a los demás.
– Enfocar nuestra atención a lo bueno que nos sucede y dejar de prestarle atención a lo negativo.
– Contentarnos con lo que tenemos, sin envidiar a los demás.
– Saborear el presente y tomar conciencia de lo afortunados que somos por los regalos que la vida nos da.
– Darnos cuenta de que no estamos solos en el mundo, sino que hay personas o fuentes divinas que se preocupan por nosotros.
Desgraciadamente, en nuestra sociedad la gratitud no se fomenta tanto como el egoísmo. Los comerciales de televisión en su mayoría intentan convencernos de que no estaremos completos hasta que adquiramos un producto. Muchos de los comerciales nos influencian para ser más egoístas, para buscar nuestro propio beneficio “siendo mejores” si adquirimos el producto. La publicidad nos enfoca a nunca contentarnos con lo que tenemos, a buscar más y más bienes materiales para ser felices, especialmente en épocas como navidad.
Separe un momento para ir en contra de la corriente y buscar su felicidad. Reflexione sobre el año que pasó, piense en aquellos “regalos” que recibió en este período; en las cosas buenas que le ocurrieron. Piense en sus diferentes roles y ámbitos en la vida, como padre, hijo, esposo, trabajador, amigo, ser humano, y reflexione sobre todo lo bueno que le pasó. Tómese un tiempo para saborear el sentimiento de gratitud que emerge.
Si tuviera que agradecer este año a una persona en especial que ha hecho mucho por usted y que no ha tenido la oportunidad formal de agradecerle, ¿quién sería?
Escriba una carta de agradecimiento a esta persona y luego, si es aún posible, léale la carta. Finalmente propóngase hacer un diario de gratitud, escribiendo diariamente todo por lo que se siente agradecido. Con estos ejercicios, estará incorporando en su cuerpo un antídoto natural contra la depresión. Estará imprimiendo su personalidad con una dosis fuerte de gratitud que lo ayudará a ser más feliz en la vida.