El líder equilibrista

Imagínese un equilibrista de circo que en lugar de caminar con una varilla sobre una soga a 15 metros de altura lo hace con 7 varillas a la vez. ¿Lo imaginan caminando? Probablemente tendría  problemas para mantener el equilibrio. De la misma manera, el líder en la empresa tiene demasiadas varillas, o demandas que atender. Todas son importantes y debe lograr un equilibrio para que no se le caiga ninguna. A continuación describo algunas de estas demandas:

1. Visión de futuro vs. realidad del presente

El líder debe ser visionario, debe proyectarse al futuro, detectar tendencias y aprovechar oportunidades. Pero, si invierte demasiado tiempo en el futuro se le puede caer el presente. Además, la capacidad de cuidar los detalles. El líder debe optimizar, lograr eficiencias; es decir, administrar el ahora.

2. Corto plazo vs. largo plazo

Los ejecutivos se ven tentados por el corto plazo y muchas veces sacrifican el largo plazo. Por ejemplo, reducen personal bajando costos, aumentan rentabilidad, pero deterioran su servicio al cliente a largo plazo. Eliminan capacitación mejorando márgenes, pero reducen su capacidad de competir y comprometer a su personal. Es cierto que tenemos que sobrevivir en el corto plazo, pero sin un balance ese es todo el plazo que tendrá la empresa.

3. Orientarse a la tarea o a las relaciones

En crisis, el líder se orienta a la tarea, a ser más directivo, a fijarse en aspectos cuantitativos y racionales. Pero como  líderes, si no damos tiempo a las relaciones, preocupándonos genuinamente por las personas, mermaremos su motivación y productividad.

4. Cuidar los intereses de los accionistas vs. cuidar los intereses de los empleados y la comunidad

Para algunos, el objetivo de un negocio es exclusivamente producir rentabilidad para sus accionistas. Otros consideran que la organización debe balancear los intereses de los agentes involucrados: accionistas, empleados, clientes y comunidad. Desde una perspectiva, estos intereses pueden chocar entre sí. Por ejemplo, darle mayores beneficios a los empleados o cuidar el ambiente puede reducir las utilidades de los accionistas.

5. Innovar vs. ordenar y optimizar

Un líder debe promover la optimización y normalización de procesos en la empresa para ser cada vez más eficiente y ordenado. Pero al mismo tiempo, para sobrevivir en un mundo competitivo el líder debe promover la innovación. Debe estimular la ruptura de esquemas y generar cierto desorden y caos.

6. Tiempo para la familia vs. tiempo para la oficina

Queremos realizarnos profesionalmente, invertimos nuestro tiempo en asumir mayores responsabilidades. Las nuevas responsabilidades cada vez consumen más tiempo. Pero, si no logramos balancear el tiempo dedicado a la familia, podemos caer en la trampa de ser exitosamente infelices.

7. Trabajar individualmente o delegar

Es más fácil que el líder trabaje solo, no tiene que invertir tiempo enseñando, ni soportar los errores de otros. Pero si no entrena a su personal y le da su confianza, no tendrá tiempo para desarrollar actividades más estratégicas y le será difícil ascender porque no ha preparado a nadie.

Un maestro le dio a su discípulo arco y flecha para que disparara hacia un blanco. El discípulo trato de impulsar la flecha, pero como la cuerda no estaba templada, la flecha solo avanzó unos metros. El maestro luego tomó el arco y lo templó exageradamente. El  discípulo intentó disparar la flecha pero, al presionar la cuerda, ésta se rompió. El maestro le dijo: “Nuestra vida es como esta cuerda. Solo cuando está en equilibrio, ni muy templada ni muy suelta, podrá impulsarnos hacia lo que anhelamos”.

Escuchemos el consejo del maestro, tomemos conciencia de que el liderar implica el arte de saber equilibrar las demandas de la vida.