La mayoría de empresas medianas a grandes ahora tienen grupos de programadores y gente técnica organizados con la metodología ágil para generar soluciones como apps y páginas web y reconvertirse digitalmente para competir en el futuro. La metodología ágil es muy útil y permite, a través de una estructura rigurosa, desarrollar aplicativos en ciclos donde cada vez se les van poniendo más opciones.
Sin embargo, a pesar de que la metodología ágil es estructurada y sistemática, al final son personas que la desarrollan. Personas que se comunican, que se ven enfrentadas a conflictos, que requieren trabajar en equipo, que requieren organizarse para lograr el máximo en la productividad.
Justamente, las destrezas interpersonales son un reto para las personas de perfil técnico que tienden a ser más introvertidas, detallistas y racionales.
Si queremos que los equipos ágiles aumenten su «agilidad» es vital capacitarlos en destrezas de liderazgo y de manejo interpersonal. Es allí donde hay que invertir en capacitar para aumentar la productividad de los equipos ágiles.