… Una de ellas es el Edipo no resuelto.
En los niños observamos claramente el poder del complejo de Edipo. Los niños en sus primeros años, de forma natural y sana, se enamoran apasionadamente de sus padres. Mi hija de 3 años me coquetea, trata de “seducirme” y busca competir con mi esposa. Este periodo es normal en el desarrollo emocional de los niños.
El problema está cuando los niños no logran superar esta etapa y siguen toda la vida idealizando a sus padres. Según las teorías freudianas, esto ocurre debido a carencias de amor, sobreprotección, entre otras.
Hace poco noté que en el disco duro de mi computadora no aparecían archivos importantes. Asustado, llamé a un experto, quien con programas utilitarios, pudo reconstruir mi directorio. El fenómeno del subconsciente es algo similar al problema del disco duro. Tenemos archivos de programas “escondidos” subconscientes en nuestra mente, a los cuales no tenemos acceso. Sin embargo, estos se ejecutan solos y afectan nuestras vidas, sin muchas veces darnos cuenta. Son como el virus que se ejecuta en cualquier momento destruyendo archivos. Uno de los programas subconscientes más frecuentes es el del Edipo no resuelto y, como el virus, también puede ser destructivo.
Marcelo es un hombre serio, estable, ético, casado y con hijos. Se enamoró perdidamente de una mujer en su oficina. Postergó sus valores y principios y entró en un romance apasionado. Luego decidió dejar a su esposa y a su familia para vivir con su amante. Al cabo de un tiempo, la magia del romance se desvaneció como si hubiese despertado de hipnosis temporal y recobrara el conocimiento. Se dio cuenta de que no quería a su amante y que extrañaba a su familia. Regresó arrepentido a pedir disculpas. ¿Cómo pudo pasarle algo así? Una posible explicación es el Edipo no resuelto.
Marcelo proyectó subconscientemente en su amante la imagen mental de su madre. Revivió el apasionamiento idealizado de su niñez, convencido de que era el amor de su vida. Sin embargo, como las películas de cine, estas proyecciones tienen un fin. Duran hasta que la persona toma conciencia de que aquella persona no es su madre. Personas como Marcelo pueden volver a caer en la misma trampa una y otra vez, proyectando el deseo por la madre en terceras personas. Se convierten en donjuanes empedernidos. Viven infelices, ya que nunca logran evolucionar hacia el amor maduro.
¿Cómo afecta el Edipo en la oficina? La persona que tiene un deseo profundo de alcanzar la madre idealizada puede convertir la oficina en su “amante”, y busca tener a la madre ideal siendo exitoso. El éxito en el trabajo, conquistar el poder y tener retos, lo hacen sentirse cerca de la madre interna.
Estas personas suelen ser adictas del trabajo. Podríamos preguntar, ¿qué problema hay con estos empleados si son súper trabajadores? Al final, la “factura” la termina pagando la empresa. Así como Marcelo en el caso anterior actuó “hipnotizado” en contra de sus valores, en la oficina puede ocurrir lo mismo. Este tipo de personas puede romper sus valores por conseguir la ansiada meta. No es solo la meta lo que está en juego sino alcanzar a la madre ideal. Adicionalmente, como tienen mucho que perder al no alcanzar sus objetivos, algunos tienden a ser agresivos e intolerantes. Viven una vida desbalanceada, infeliz y con problemas personales y familiares.
¿Cómo arreglamos este problema? Tal y como arreglaría el problema del directorio perdido de la computadora: buscando a un especialista que, mediante una terapia, integre a nuestro directorio mental consciente, nuestras carencias y traumas subconscientes. En otras palabras, que nos ayude a destapar nuestro subconsciente para hacerlo consciente para evitar que controle nuestra vida.