En este artículo no pretendo dar una respuesta universal para tan profunda pregunta, solo compartir con los lectores mi humilde opinión.
Constantemente me pregunto «¿Qué es lo que te llevas al final de tu vida?» No te llevas tus logros, no te llevas tus reconocimientos, no te llevas tus metas alcanzadas, no te llevas tus propiedades, autos, casas, no te llevas tu dinero ahorrado. Sin embargo, muchas personas viven como si se pudieran llevar todo lo mencionado anteriormente. En mi opinión, lo único que te llevas es tu alma o para los que no creen en ella, tu energía vital.
Si lo único que te llevas cuando te vas de este mundo es tu alma, tiene sentido pensar que el objetivo de la vida está relacionado a ella. Una posibilidad es pensar que el alma viene a este plano a crecer y desarrollarse, a evolucionar. Si fuera así, el objetivo de la vida sería vivirla con amor, tolerancia y compasión al margen de las dificultades que nos toca enfrentar. Otra posibilidad es que el objetivo de la vida sea vivir en el mundo material en contacto con nuestra alma. Con lo cual llego a la misma conclusión de enfrentar la vida con compasión y amor.
Si mi razonamiento fuera correcto, entonces el objetivo de nuestra vida sería vivirla entregando amor, siendo compasivos, ayudando a los demás, trascendiendo y dejando un legado.
La pregunta es «¿Cuánto tiempo le dedica a todo esto ahora?»